La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha aprobado Yeztugo, el nombre comercial del medicamento lenacapavir, como el primer tratamiento inyectable de acción prolongada para la prevención del VIH. Este avance representa un hito en la lucha contra el virus, al ofrecer una alternativa eficaz y discreta a la profilaxis oral diaria.
¿Qué es Yeztugo y cómo funciona?
Yeztugo es una inyección subcutánea que se administra dos veces al año en el abdomen. El medicamento actúa formando un pequeño depósito bajo la piel que libera el principio activo de forma sostenida, bloqueando la replicación del VIH en caso de exposición.
Este tratamiento está dirigido a personas VIH negativas con alto riesgo de infección. Antes de cada dosis, se requiere una prueba negativa de VIH, ya que el medicamento no cura ni trata infecciones existentes, ni protege contra otras enfermedades de transmisión sexual.
Ventajas del tratamiento
- Solo dos aplicaciones al año, lo que mejora la adherencia en comparación con las pastillas diarias.
- Mayor discreción, especialmente útil en contextos donde el uso de métodos preventivos puede generar estigmatización.
- Alta eficacia, demostrada en estudios clínicos con mujeres jóvenes en África y hombres homosexuales en EE. UU., donde no se registraron infecciones entre quienes recibieron la inyección.
Costo y disponibilidad
Aunque Gilead Sciences, la farmacéutica responsable, no ha revelado el precio exacto, se estima que Yeztugo tendrá un costo similar al de otros tratamientos de profilaxis preexposición (PrEP) ya disponibles, que rondan entre $1,800 y $2,000 dólares por dosis en el mercado estadounidense. Se espera que esté disponible en clínicas especializadas y centros de salud pública a finales de 2025.
Un paso más cerca del fin del VIH
Aunque aún no existe una vacuna definitiva contra el VIH, Yeztugo representa el avance más significativo en prevención desde la introducción de la PrEP oral. Expertos en salud pública consideran que esta nueva herramienta podría ser clave para reducir drásticamente las tasas de transmisión del virus a nivel global.